Tras la derrota de Clinton en las presidenciales de EE.UU., una senadora del estado de California presentó un proyecto de ley para la eliminación del sistema de elección a través de Colegio Electoral.
La candidata demócrata, Hillary Clinton, ha recibido en las elecciones presidenciales de Estados Unidos al menos un millón de sufragios más en el voto popular que su rival republicano, Donald Trump, escribe en su cuenta de Twitter el analista político independiente Dave Wasserman, del portal Cook Political Report.
Wasserman ha difundido los datos oficiales que se conocen hasta el momento, que señalan que 62.318.079 ciudadanos norteamericanos votaron por Clinton, mientras que 61.166.063 lo hicieron por Trump. Además de esto, los estados de California, Utah y Washington siguen todavía en pleno proceso de recuento de las papeletas electorales.
El sistema electoral estadounidense se rige por el voto indirecto, es decir, a través de un Colegio Electoral cuyos representantes elegidos son los que nombran al presidente. Esto ha sido criticado fuertemente. Si los comicios norteamericanos se hubieran basado en el voto popular, Clinton hubiera podido ganar, sin embargo, los resultados son completamente diferentes con este sistema.
La inesperada derrota de Clinton en el Colegio Electoral ha provocado quejas entre los demócratas. La senadora de California Barbara Boxer presentó este martes un proyecto de ley que pretende eliminar el Colegio Electoral, mientras que simpatizantes de la demócrata han lanzado una campaña en la plataforma Change.org para pedir a los delegados del Colegio Electoral que cambien sus votos en favor de Clinton.
El resultado no será oficial hasta que los miembros del Colegio Electoral se reúnan el próximo 19 de diciembre para elegir al nuevo presidente. Los delegados pueden votar libremente por uno u otro candidato. También pueden abstenerse, incluso en los estados donde no está permitido. Si lo hacen, solo tendrían que pagar una pequeña multa.
Aunque los delegados pueden votar en contra de la decisión popular del estado que representan, en los 240 años de historia de EE.UU. ningún Colegio Electoral ha conseguido alterar el resultado de las elecciones generales.