El racismo en Estados Unidos sigue sin disminuir. Es más, parece que está aumentando desde la victoria de Donald Trump.
Esta vez, la víctima ha sido Michelle Obama, la primera dama saliente de EEUU, a la que Pamela Ramsey Taylor, líder de una organización sin ánimo de lucro del condado de Clay, ha llamado en Facebook "chimpancé en tacones".
Beverly Whaling, alcaldesa de Clay -un pequeño pueblo de West Virginia a unos 25 kilómetros de la capital Charleston- celebró este comentario en vez de condenarlo y respondió "Esto acaba de alegrarme el día, Pam". Las críticas no han tardado en surgir hasta que la alcaldesa ha renunciado a su puesto en el consistorio.
"Será una grata novedad tener en la Casa Blanca una primera dama con estilo, belleza y dignidad. Estoy cansada de ver una Mona en tacones", es el mensaje integro que colgó Taylor en la red social, y que eliminó poco tiempo después.
Taylor, que también ha sido cesada según informan el The Washington Post y el New York Daily News, ha reconocido que su comentario sobre Michelle Obama podía ser "interpretado como racista, pero de ninguna manera tuvo esa intención", y que en él expresaba su opinión sobre la belleza física, no sobre el color de la piel de una persona.
En un comunicado entregado al Washington Post, la alcaldesa Whaling dijo: "Mi comentario no tuvo la intención de ser racista en absoluto. Me refería a que me había hecho el día por el cambio que tenemos en la Casa Blanca. Me disculpo sinceramente por el mal sentimiento que esto haya causado.Aquellos que me conocen saben que de ninguna forma soy racista", dijo.
Este no es el primer ataque racista que sufre la esposa de Barack Obama ya que en 2015 Rodner Figueroa , presentador de Univisión, fue despedido por compara a Michelle con un personaje de la película 'El Planeta de los Simios'.