El primer ministro italiano, Matteo Renzi, dijo hoy que son "al menos 120 los muertos" y 368 las personas heridas tras el terremoto que en la madrugada afectó a varios pueblos del centro del país.
"Italia es hoy una familia golpeada, pero que no se detiene", dijo Renzi, durante una comparecencia desde Rieti donde acudió para seguir la emergencia.
Explicó que ya desde mañana se reunirá el Consejo de Ministros para adoptar las primeras decisiones para ayudar a los territorios y aseguró que "la emergencia tendrá que ser gestionada en un largo periodo y deseó "que todos estén a la altura de este desafío".
Renzi detalló que de los fallecidos, 86 se han producido en las localidades de la región de Lazio, entre ellas la de Amatrice la más afectada por el seísmo, mientras que 34 se han contabilizado en los municipios de la región de Las Marcas.
Explicó que este número está destinado a subir ya que hay decenas de desaparecidos y especificó que es muy difícil saber el número de personas que pueden seguir bajo los escombros ya que en estas poblaciones se llenan en verano con los turistas.
El alcalde de Amatrice, Sergio Pirozzi, ya había explicado que al menos 64 personas han muerto en Amatrice y que cientos se encuentra aún desaparecidas.
En su comparecencia, Renzi explicó que las localidades más afectadas son las de Amatrice, Accumoli y Pescara del Tronto, donde se han concentrado casi todas las víctimas.
La tierra tembló a las 03.36 hora local (01.36 GMT) con epicentro en la población de Accumoli, en la provincia de Rieti, y duró unos 30 segundos, según los datos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia.
Renzi explicó que hay una fuerte colaboración entre los hospitales para atender a los heridos y también se ha puesto en marcha un servicio de psicólogos para atender a los familiares de los heridos y a los damnificados.
"Queremos una reconstrucción verdadera para que los habitantes de estos pueblos puedan seguir manteniendo su comunidad y conserven el pasado de estas localidades, un pasado maravilloso que no puede quedar perdido", aseguró el primer ministro.
La atención ahora de la Protección Civil, que coordina las tareas de rescate y de ayuda, es también la de alojar a las miles de personas que se han quedado sin hogar.
Según Protección Civil, ya se han instalado cuatro campos con tiendas, cocina y baños en varios puntos de la zona con una capacidad cada uno de 250 personas, así como también se han organizado colegios y gimnasios para los damnificados.