La NASA lanzará este 8 de septiembre la sonda OSIRIS-REx con la misión de aterrizar en un meteorito que podría colisionar con la Tierra en los próximos 200 años y del que extraerá muestras.
La NASA tiene previsto lanzar este jueves la sonda OSIRIS-REx desde Cabo Cañaberal (EE.UU.) rumbo al asteroide Bennu, un cuerpo celeste que orbita nuestro sistema Solar con una trayectoria que entraña una pequeña probabilidad de colisión con la Tierra, informa el portal Space.
El objetivo de la sonda espacial OSIRIS-REx, cuya misión supone un desembolso de 800 millones de dólares, pasa por alcanzar y posarse en Bennu en 2018, regresando después a nuestro planeta en 2023 con muestras del asteroide. Estas muestras permitirán a los científicos conocer mejor nuestro Sistema Solar y les ayudará a preparar una estrategia para hacer frente a asteroides que puedan chocar contra nuestro planeta.
¿Qué tiene de particular Bennu y cómo podría colisionar con la Tierra? Rico en carbono y con una anchura de 500 metros, Bennu fue descubierto el 11 de septiembre de 1999 por el proyecto LINEAR (Lincoln Near Earth Asteroid Research).
Sus dimensiones, según expertos de la agencia espacial estadounidense, podrían indicar que su densidad es menor a la de una roca, pudiendo estar hueco en su interior.
Su órbita y la de la Tierra se cruzan cada seis años, aproximándose entre sí hasta unos 300.000 kilómetros. Por esta razón, los científicos estiman que existe una probabilidad entre 2.500 de que Bennu choque contra la Tierra, pasando primero entre nuestro planeta y la Luna en 2135 para, a finales del siglo XXII, chocar eventualmente con nosotros.
El impacto del cuerpo celeste con la Tierra sería lo suficientemente potente como destruirla parcialmente.