Un juez federal de Los Ángeles dictaminó que el fabricante de automóviles Porsche no fue responsable del accidente mortal que en noviembre de 2013 acabó con la vida del actor Paul Walker y un amigo, informó ayer el portal TMZ, especializado en información sobre famosos.
El juez de distrito Philip S. Gutiérrez resolvió así la demanda que en mayo de 2014 presentó contra Porsche la viuda del amigo de Walker y conductor del automóvil implicado en el siniestro.
Kristine Rodas, esposa del fallecido Roger Rodas, aseguró que había defectos de fabricación y seguridad en el Porsche Carrera GT, pero todos ellos fueron descartados por el juez como responsables de la muerte de los pasajeros.
La demandante argumentó que el compartimento del pasajero no era lo suficientemente robusto y que el vehículo no estaba diseñado para proteger de un impacto lateral, así como que hubo fallos en el depósito de gasolina y la suspensión del automóvil.
El juez rechazó estas alegaciones y dijo que no había evidencias que las sostuvieran.
En su escrito, la demandante apuntaba que el vehículo donde viajaba su marido con Paul Walker circulaba a 88 kilómetros por hora, mientras que el informe oficial de la Policía que investigó el suceso apuntó que el deportivo transitaba a una velocidad de entre 128 y 150 kilómetros por hora.
El automóvil, según las autoridades, iba a más del doble de la velocidad permitida y se incendió tras chocar contra un poste del alumbrado público y un árbol.
Walker, que logró popularidad gracias a la saga de acción sobre ruedas "Fast & Furious", falleció el 30 de noviembre de 2013 a los 40 años como consecuencia de "traumatismos y quemaduras", según el informe de la autopsia publicado por la Oficina del Forense del condado de Los Ángeles.
La hija del actor, Meadow Walker, presentó una demanda en septiembre de 2015 también contra Porsche por defectos de diseño del vehículo que todavía no ha sido resuelta.