El caso de la niña paraguaya movilizó a organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional.
La niña paraguaya de 11 años que presuntamente fue violada y embarazada por su padrastro y a la que el gobierno le negó autorización para abortar, dio a luz este jueves en un hospital de Asunción.
El parto fue realizado por una cesárea programada en la sede de la Cruz Roja en la capital paraguaya, según confirmó a medios locales el director de esa institución, Mario Villalba, citado por el diario La Nación.
Tanto la niña como la bebé, de 3,5 kilos, se encuentran en perfecto estado de salud y se espera que puedan marchar a casa en unos tres días, aseguró a la agencia de noticias EFE, Elizabeth Torales, abogada de la madre de la menor.
La identidad de la familia no ha sido revelada para respetar la privacidad de la menor.
Torales anunció que hará una solicitud para que tanto la niña como la recién nacida queden bajo la custodia de la madre de la menor, contra quien se sigue un juicio por haber faltado al deber de cuidado.
El aborto a debate
El embarazo de la niña, que cumplió los 11 años en mayo, generó un gran debate tanto fuera como dentro de Paraguay, donde las leyes sólo permiten el aborto en el caso de que haya peligro de muerte para la madre y tras una recomendación médica.
La madre había pedido que se realizara un aborto "para salvarle la vida" a su hija, pero las autoridades lo negaron
Para presionar a las autoridades, Amnistía Internacional (AI) lanzó la campaña #NiñaEnPeligro.
El padrastro de la niña de 11 años, quien asegura ser inocente, permanece recluido en un penal de Asunción. En caso de ser declarado culpable por este caso puede ser condenado a 12 años de cárcel.