¿Cómo se llegó a esto? Por un lado, los trabajadores de las cervecerías nacionales están en huelga exigiendo mejores salarios. Y por otro, hay escasez de ingredientes para la elaboración de cervezas extranjeras.
Los miembros del sindicato Sintraterricentro colgaron sus herramientas la semana pasada en dos plantas embotelladoras que pertenecen a la compañía Polar, que suministra aproximadamente el 80 por ciento de la cerveza de Venezuela, incluyendo el producto más consumido: Polar Pilsen.
El sindicato es pequeño, pero sus miembros ocupan puestos clave en la planta, lo que significa que la producción se ha paralizado.
El defensor del pueblo, Tarek William Saab, se postuló como mediador. Pero los ejecutivos de Polar lo acusan de tomar partido por el sindicato, que se alió con el gobierno de Nicolás Maduro.
Y, además de eso, faltan ingredientes de la cerveza importada. Esto se añade a la lista de productos básicos que escasean en Venezuela, como medicinas y alimentos, por la crisis económica, social y política que sufre el país.
De acuerdo con la agencia de noticias AP, hasta el momento, las tiendas están bien equipadas con botellas de cerveza. Pero eso podría cambiar muy pronto. La asociación nacional de fabricantes de cerveza dice que las materias primas para la elaboración de bebidas se agotarán antes de agosto.