En unos minutos, el desplome de la reina del pop se convertía en trending topic mundial en Twitter y por tanto en lo más comentado de una gala que la Ciccone se encargaba de cerrar.
Tras recorrer una pasarela cubierta con una capa sujetada por dos bailarines, Madonna subía tres escalones hasta el escenario. Una vez allí, se intentaba desatar la capa del cuello cuando los dos miembros de su cuerpo de baile tiraron de ella hacia atrás. Un grave fallo de vestuario propiciaba una fuerte caída que silenció por completo el auditorio mientras seguía sonando la canción. Tras cinco segundos interminables en los que se pudo ver la cara descompuesta de los bailarines, la cantante se incorporaba para retomar su interpretación.
Y lo hizo con gestos de dolor y tristeza, la reina del pop se reenganchó a la actuación demostrando que no lleva más de 30 años sobre los escenarios por casualidad. La frase “I’m gonna carry on” (voy a continuar) que se repite varias veces en Living for Love cobraba más significado que nunca. Hacia el final del tema, una sonriente Madonna ejecutaba una coreografía espectacular de inspiración taurina llevándose la ovación unánime del O2 Arena londinense.
Pero su traspié ya había encendido las redes sociales. 600.000 tweetsen menos de 45 minutos convertían a la artista en tendencia mundial, muchos de ellos con todo tipo de memes y bromas, muchas de ellas asociadas a su edad, 56 años. Aunque muchos otros alababan su capacidad para levantarse y terminar su trabajo con una pose triunfal, recordando que pese a los años Madonna aún goza de una forma física envidiable. Y mantiene intacta su tradicional rebeldía contra los tropiezos en su carrera, como proclama el título de su nuevo disco, Rebel Heart.