La Vecindad, México y toda Latinoamérica lloran a quien tanto hizo reír.
Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito” falleció ayer viernes a los 85 años. Varias generaciones de dominicanos quedarán marcadas con sus personajes, entre ellos “El chavo del Ocho” y “El Chapulín Colorado”.
República Dominicana tuvo el honor de recibir su visita. En 2004 fue distinguido por la Asociación de Cronistas de Arte con un Premio Casandra.
“Muchísimas gracias al Casandra, a Acroarte, a Cervecería, a todas las personas que influyeron para que viniéramos acá... Quiero advertir una cosa: la cerveza y yo somos de una misma edad, yo también tengo 75 años”, bromeó al hacer referencia a la celebración de los 75 años de la Cervecería Nacional Dominicana en el país.
Gómez Bolaños, que murió en su casa del balneario de Cancún, fue El Chavo de la gorra con orejeras que dormía en un barril, El Chapulín Colorado, el súper héroe torpe vestido de rojo y con un gran corazón amarillo, y el Doctor Chapatín, un médico olvidadizo que siempre cargaba una bolsa de comida, destacaba ayer la agencia EFE.
El genio de la comedia mexicano hizo reír a millones de niños latinoamericanos con entrañables personajes como ‘El Chapulín Colorado’ y el ‘Chavo del Ocho’, cuya picardía enmascaraba los profundos temores que le invadieron desde su infancia, reseñaba la agencia AFP.
Por lo prolífico de su pluma, Gómez Bolaños fue bautizado por un colega como ‘Chespirito’, un seudónimo que buscaba amalgamar una comparación con el talento de Shakespeare y un diminutivo que reflejaba la baja estatura del autor mexicano.
“Gómez Bolaños fue un maestro en los guiones de humor, unos programas extremadamente bien elaborados, pensados, es una gran referencia en el humor latinoamericano”, dijo ayer a LISTÍN DIARIO el humorista Cuquín Victoria.
Adiós al niño grandeEl cómico mexicano Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, que falleció ayer a los 85 años pero hasta el final de su vida se sintió como un niño, deja como legado unos personajes eternos que hicieron reír a millones de latinoamericanos.
Miles de personas han utilizado las redes sociales para dar el último adiós. Pocos minutos después del anuncio, el comediante se convertía en “trending topic” en Twitter.
“Sin querer queriendo, te quedaste en nuestros corazones” o “te llevaste parte de mi infancia al cielo, gracias por enseñarme a reír! Siempre te llevaré en mi corazón”, fueron mensajes publicados.
Gómez Bolaños, que murió en su casa del balneario de Cancún, fue el Chavo de la gorra con orejeras que dormía en un barril, el Chapulín colorado, el súper héroe torpón vestido de rojo y un gran corazón amarillo, y el doctor Chapatín, un médico olvidadizo que siempre cargaba una bolsa de comida.
Por esos personajes, que sin duda le sobrevivirán, Gómez Bolaños siempre será recordado en México y en otros países latinoamericanos.
El apodo de “Chespirito”, una forma castellanizada del nombre del dramaturgo inglés Shakespeare, se lo puso el director de cine Agustín Delgado por su inagotable imaginación y su pequeña estatura, de poco más de 1,60 metros.
Gómez Bolaños nació el 21 de febrero de 1929 en Ciudad de México. Era hijo de Elsa Bolaños-Cacho, secretaria, y Francisco Gómez, pintor, dibujante e ilustrador de diversos diarios de su tiempo.
Estudió ingeniería, pero nunca acabó la carrera. Comenzó a trabajar en una agencia de publicidad a los 22 años y años más tarde comenzó su actividad como guionista escribiendo para radio, programas de televisión o guiones para cine.