Estas son la clase de noches que los fanáticos de los Serafines soñaron después del 8 de diciembre cuando C.J. Wilson y Albert Pujols decidieron venir a Anaheim mediante contratos que totalizan más de $300 millones.
Juntos, muchos fanáticos sintieron, ellos llevarían a los Serafines de regreso a los playoffs.
Por ahora, por lo menos, ellos se conformarán con una victoria.
Wilson y Pujols lideraron el camino contra los Atléticos el martes, con el primera base de $240 millones pegando su cuarto jonrón, y el zurdo de $77.5 millones lanzando pelota de un hit por ocho episodios en una victoria 5-0 que cortó la cuarta racha de tres derrotas de los Serafines.
Pujols solo tuvo un hit en cuatro apariciones en el plato, pero uno de sus outs fue una línea a lo profundo del jardín central – y su hit fue un altísimo jonrón en el tercer episodio que se rió de las espaciosas dimensiones del Coliseo de Oakland.
“El es un monstruo”, dijo Wilson. “El masacró esa pelota”.
El jonrón le dio a Pujols tres en sus pasados siete partidos (después de totalizar uno en sus anteriores 36) y 16 carreras empujadas en mayo (después de un abril en el que remolcó cuatro). Le dio una ventaja de cuatro carreras a los Serafines que se mantuvo, y empató a Pujols con Vladimir Guerrero y Jeff Bagwell en el 35to puesto de la lista de todos los tiempos con 449 jonrones en su carrera.
Pero la única cosa que importa es cuánto tiempo puede mantenerse así.
“Aunque sólo conseguí un hit, logré poner buenos swings”, dijo Pujols, cuyo promedio de bateo está en .213.
“Yo pienso que está llegando por goteo”, agregó Mike Scioscia el dirigente de los Serafines. “No es cómo que se despertó y de repente , ‘Ey, ya lo tiene’. El ha estado trabajando hacia esto. Ha sido un proceso. No hay dudas de que pienso que está viendo la bola muy bien, está llegando a algunas buenas cuentas para batear, dejando pasar bolas, y cuadró dos bolas esta noche”.
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